19 junio 2010

Howth y la playa, Dublín, 2010

Estuvimos pasando el día en el puerto, en Howth. Ved aquí nuestro reportaje fotográfico.

Visita Irlanda 2010

Saliendo de Dublín, Rafa levantó la capota del coche, porque hacía sol y daba gusto ver el paisaje, sin limitaciones de techumbres.

Si mirabas para arriba los altos árboles te acercaban los ojos al cielo azul, pintado de tenues nubes blancas.

Volviendo los ojos al entorno de las calles, los barrios se sucedían con sus casitas tan bonitas, todo chalets con sus jardines delante y los coches resguardando la entrada.

Además las aceras disponían de una zona verde entre dos encementadas y árboles, que en algunas calles constituían cuatro filas arboladas.Todo un lujo.

En algunas ocasiones, más allá de la fila de casas se extendían campos, unas veces parecían parques o zonas de recreo de algún edificio grande, quizá un colegio y en otras ocasiones semejaba que eran fincas.

En todo caso todo era verde, como el slogan de "la verde Irlanda", algo que se hacía real. No podías definir por separado el campo y las zonas urbanas, tampoco podías asimilar las casas a las villas que crecen aisladas en España, los grupos de viviendas aquí están compartiendo la naturaleza de una forma entrelazada.
Aparcamos cerca de la iglesia de Howth y papá preparó su cámara, sobre todo cuando nos acercamos a los restos de otra iglesia o ermita, con su cementerio con vistas al mar.

Visita Irlanda 2010

Comimos en el Bloody Stream, las famosas ostras y gambas. También muy rica la sopa de pescado, espesada con patata, los mejillones con salsa de nata y vino, la lubina y la platija super rebozada, todo acompañado de patatas fritas.

Nos dimos un paseo por el muelle, donde las focas esperaban ser alimentadas entre un revoloteo de gaviotas y la confluencia de turistas.

Visita Irlanda 2010

Compramos salmón en las pescaderías próximas, que tenían abundancia de pescado y marisco y gozan de prestigio en el puerto.

Visita Irlanda 2010

Tras una parada para tomar un café y un helado, seguimos por el espigón viendo toda la bahía de Dublín a nuestra izquierda y a la derecha, el mar abierto, donde las motos de agua brincaban en un despropósito, mientras los pesqueros traían tras de sí gaviotas y junto a las paredes, los cormoranes pillaban peces plateados.

Visita Irlanda 2010

Nosotros admirábamos los brillos del agua tintineando cerca de los barcos, que esperaban en el puerto con los mástiles cruzándose en el vaivén de las olas.

Visita Irlanda 2010

Las medusas con sus trasparencias, casi imposible de captarse en las fotos, los paseantes que se bañaban al sol, desnudando sus piernas y brazos, los jóvenes que se fotografiaban y la pareja de músicos que tocaban el piano y saxo con la tenacidad de un ensayo.

Visita Irlanda 2010

Seguimos la excursión hacia la playa de Dublín. Yo creí que llamar playa a aquello era una broma, pero era verdad, así es la playa de Clontarf.

Playa de Clontarf

Rafa nos aparcó sobre una arena gris, limitada por grandes pedruscos, frente a un montón de algas enarenadas, que olían fatal y próximas a un oleaje negro y suave, que rompía en una gran extensión de arena.

Playa de Clontarf

Estaba limitado por un espigón y en él había unas puertas, a la derecha para men, hombres, a la izquierda para gens, gentelmen. Tenían escaleras al mar y barandilla para acercarse, donde algunos valientes se bañaban. Al final del espigón había un monumento a la Virgen y a sus pies una roja rosa fresca. Un niño, creo yo que algo irreverentemente, la cogió y la echó al mar.

Inés preparó el Quiche-Lorraine y yo estuve atenta para aprender a hacer tan rico plato en casa, pero será imposible llegar a tal nivel de exquisitez, pues es muy meticulosa en todo y paciente.

Cenamos el salmón, que Rafa padre preparó en la Cocinera y que le quedó estupendo.

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