22 junio 2010

De turismo por Dublín, 2010

Hoy martes marchamos al centro de la ciudad, por la mañana, nos acompañaba Inés, que iba a trabajar.

Ved nuestro reportaje fotográfico aquí.

Nosotros íbamos dispuestos a conocer los monumentos de la ciudad, pues desde el coche habíamos tenido ya un anticipo. Incluso desde el autobús, puesto que desde casa hasta el centro subimos al primer piso de los típicos autobuses urbanos y pillamos la ventana central, todo un lujo...

Fotos desde el bus

Desde el primer instante hicimos montón de fotos, las imprescindibles en el puente de O´Connel, a unos cisnes.

Visita a Irlanda 2010

Cruzamos el puente del "medio peny" contemplando toda la perspectiva de puentes y el tipismo del turismo en los muelles con sus terrazas, sus pubs, sus barriadas y hermosas casas.

En Christ Church pagamos con nuestro carnet de estudiante un precio reducido y, aunque no había guía, nos dieron una hojita en español, que seguía los puntos de interés marcados con un número.

Visita a Irlanda 2010

Me gustó especialmente este templo famoso, los azulejos esmaltados del suelo, que representaban escudos y grecas muy coloreados.

También fue una pasada la cripta subterránea y la tumba del caballero normando Strongbow, con sus piernas cruzadas.

Visita a Irlanda 2010

El templo tenía, entre los sillares de piedra habituales, columnas de mármol negro y también piedra oscura en algunos muros. Tuvo una restauración alrededor de fin de siglo y el arquitecto justificaba su trabajo ante las críticas que surgieron en su momento. Pero el resultado era bueno, las vidrieras muy bonitas.

Luego, callejeando y siguiendo la guía que nos había prestado Inés, buscamos el Castillo.

La visita era guiada en inglés y entendí lo que pude, aunque daba gusto oir a la guía con su voz modulada.

Del edificio vikingo se muestra al público la base de un torreón, con su parte externa configurada en un foso, que aún tiene agua de filtraciones del antiguo afluente, que alimentaba el foso y quién sabe qué más.

Se veía un lienzo de muralla, con una puerta cegada y el nivel del agua que subía y bajaba en la pared, aunque no parecía que tuviera corriente.

El edificio era moderno, pues la ampliación que hicieron los normandos se incendió y se reconstruyó con aire dieciochesco.

Visita al Castillo de Dublin

Las grandes salas mostraban mullidas alfombras, chimeneas, lámparas, espejos cóncavos, cuadros y otros objetos de lujo.

La iglesia adosada al castillo ya no tenía culto.

Visita al Castillo de Dublin

En la parte trasera, el jardín estaba surcado por un dibujo, que sólo desde los altos ventanales del castillo podía apreciarse en su totalidad y saber, que eran dos serpientes entrelazadas, uno de los muchos dibujos celtas, que mantienen su tradición en los libros de Ken.

Cerca estaba el jardín memorial de la Garda, con el monumento y una sonora fuente, que debido al calor del momento nos alivió con su borbotoneo.

Rafa nos telefoneó al móvil, que nos había proporcionado, para organizar la comida.

Quedamos frente al cañón del castillo con Inés y él se nos unió en el restaurante italiano.

Era un local coqueto que ellos frecuentaban y donde comimos una sopa minestrone y lasaña muy caliente, con un vaso de vino rojo.

Cuando él volvió al trabajo, nosotros paseamos por Temple Bar, nos tomamos un helado y un capuccino en una heladería italiana.

Temple Bar

Seguimos de visita ciudadana por las tiendas de Grafon Street, donde compramos unas viseras y unas sandalias.

Nos refugiamos en el bonito "Cafe in Seine", haciendo muchas fotos a sus detalles modernistas.

Café en Seine

Luego volviendo por O´Connel, encontramos un enjambre de fotógrafos y fans rodeando al actor que entraba al pre-estreno de una película en el Savoy. Hubiéramos llegado a tiempo de pedirle un autógrafo, pero nos resultaba imposible salirnos de nuestra ruta hacia casa.

Seguimos hasta el hospital maternal y frente a él tomamos el autobús.

Nada más llegar a casa, Inés se puso a cocinar, exquisitamente, con mucha atención y paciencia. Esta vez me enseñó a hacer el puré de calabacín, que comimos con las patatas de Rafa padre y la oreja que preparó Rafa hijo.

Yo, como no guisé nada de especialidad, hice de catadora y todo lo encontré muy rico.


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