21 junio 2010

Glendalough, 2010

Seguiré contando nuestras andanzas.

Ved aquí el hermoso día del que disfrutamos en el parque natural de Wicklow y que nos fuimos de camping y todo.

El lunes nos hemos ido a Glendalough. Primero paramos en un pueblecito que se llamaba Roundwood, lleno de hospedajes y casas con flores en las fachadas.

Glendalough

Del monasterio que fundara S. Kevin quedan la torre que servía de orientación a los peregrinos y de defensa en los tiempos difíciles, así como la iglesia de techo de piedra, en su interior luce la cruz y lápidas en un semi abandono.

También puede admirarse el cementerio y los restos de la catedral o las estancias, que los monjes empleaban como escriptorio, bibliotecas u otros usos.

Glendalough

Pero lo que es digno de mención, es la exuberante naturaleza en la que se encuadra el santo lugar.

Suaves montañas tapizadas de verde acogen en una gran extensión, lagos, ríos, cascadas y toda la variedad de árboles y plantas que puedas conocer.

Glendalough

Es un gusto sentirse en este ambiente natural, poder abrazar estos hermosos ejemplares, que llevan siglos compartiendo experiencias con peregrinos, gentes venidas de todas partes del planeta y, como hemos podido comprobar, con diferentes o deficientes estados físicos.

Glendalough
Tuvimos un maravilloso día soleado, que nos permitió comer en el campo y disfrutar de cada rincón.

Ya en casa Inés me enseñó a hacer la Escalibada, que estaba buenísima con las chuletas de cordero, que Rafa preparó a la plancha.

Día completo, otra vez, en la compañía de los hijos en Dublín.



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