22 diciembre 2014

Antes de que llegue enero…¡¡¡Vamos al sábado castañero!!!

En realidad, el “sábado castañero” se celebra en Riello después de un gran mercado, desde tiempo inmemorial, el sábado anterior al día de Noche buena, pero yo me he tomado esta licencia literaria para que el título me quede más impactante.

Y se hacía así para que pudiera asistir el mayor número de personas de todos los pueblos de los alrededores, obsequiándoles con exquisitas castañas asadas, vino caliente, mazapanes y bailes. Era una ocasión para divertirse como la “zafarronada” o los carnavales, festejos ancestrales con máscaras y vestidos preparados con la piel de los animales, para atraer la abundancia.

Riello,sábado castañero

Por nuestra parte nos pusimos muy contentos al recibir la invitación, y nada más llegar, después de saludar al alcalde y a la representante de Cáritas, pues también se celebraba un mercadillo solidario en la plaza, nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, hasta las escuelas pues Rosi y Luis no pueden olvidar su profesión docente.

Riello, sábado castañero

Por el camino tuve ocasión de contemplar una puesta de sol hermosa, como sólo tiene lugar en Riello. La foto no le hace justicia pero yo la dejo aquí para dar constancia, sólo por estos detalles merece la pena el desplazamiento.

Riello, sábado castañero

Volvimos a la plaza donde la señora Carmen vestida a la antigua usanza, de negro y con galochas, se afanaba en dirigir el operativo para asar las castañas.
A mí me recordaba mucho al personaje de una historia que leí en el libro de  Julio Álvarez Rubio “Omaña pueblos, paisajes y paseos” de imprescindible lectura. Contaba el autor  que en el vecino pueblo del Castillo se celebraban sus tradicionales mercados y una castañera de sobrenombre “la Pucha” pregonaba llena de picardía: “A la rica castaña caliente, que no hay castaña como la mía y la de mi hermana María”

Riello, sábado castañero

 Así que con ese argumento ¿Quién podría resistirse a probar estas castañas? Y es que la Omaña está llena de personajes entrañables como “la Pucha” o el “tío de los perros” que siempre rodeado de canes, vendía por estos lares el calendario de taco del Sagrado Corazón pregonando “A duro el taco” que no sería muy caro, en un tiempo en que podíamos ser multados por blasfemos (O algo peor si tenía que intervenir la Guardia Civil).

Lolo, con su intuición de siempre ha sabido plasmar a “la Pucha” en este cartel de 2012 con ese  genio de muralista, que también tuvimos ocasión de admirar en las escuelas de Fasgar, cuando por allí pasamos peregrinando el “viejo camino de Santiago”

Riello, sábado castañero

D. Eliecer el “pater” nos invitó a pasar dentro de la Iglesia para escuchar los villancicos con que nos deleitaron cinco componentes del grupo musical “Coral Lauda”     

Riello, sábado castañero

 Es un grupo coral de cámara que se constituye en León en 1995. Dos años después la dirección musical corre a cargo de Romualdo Barrera. Entre el 2009 y 2010 asume la dirección Luis Martínez García de Longoria. Desde el 2011 se inicia una nueva etapa en el coro bajo la dirección del músico vasco Aitor Olivares.  Después de presentarnos el Grupo Coral Lauda con su andadura a través de conciertos, grabaciones y premios nos explicaron las piezas que iban a interpretar, todas ellas dirigidas al Niño Dios que a los pies del altar estaba representado en un bonito Belén.

Riello, sábado castañero

Puestos en pie, aplaudimos a rabiar, pero no fue para librarnos de la fría noche, sino porque interpretaron como los ángeles y también para obligarles a repetir actuación. Con solo cinco componentes interpretaron villancicos clásicos y modernos, en inglés en alemán y en español que nada frenaba a este magnífico grupo.

Cuando salimos de nuevo a la plaza, Carmen, metamorfoseada en “la Pucha” ya había preparado todas sus exquisitas castañas, que reposaban bajo paños en una artesa de las que se utilizaban antiguamente en la matanza del cerdo y repartía en unos improvisados cucuruchos de periódico.

Riello, sábado castañero

 Cerca de ella se escanciaba vino caliente, acompañado del mazapán, pero lo que en realidad más nos calentaba era una gigantesca hoguera que habían prendido en el centro de la plaza y que creaba un ambiente mágico y misterioso...

Riello, sábado castañero

Así en ese filandón improvisado tuvimos tiempo de saludar a nuestros amigos Mar y  Toche, a Estebanín, a los padres de Elena, a José Antonio y Rocío y a un nutrido grupo de amigos que vamos teniendo en este acogedor pueblín desde que un día haciendo la ruta del “viejo Camino de Santiago de la Montaña” nos acogieron con cariño.


No sé si fue la pasión que “Coro Lauda” puso en sus villancicos o el efecto del vino caliente que generosamente repartían en la plaza, que mis amigos y yo empezamos a tararear la vieja     
tonada navideña de Luis Aguilé “Por eso y muchas cosas más, ven a Riello esta Navidad...”

¡Gracias por invitarnos amigos y ojalá no se pierdan nunca estas tradiciones tan bonitas de nuestra montaña leonesa!

Texto y fotos de Rafael Cid


2 comentarios:

Mar Villada dijo...

Preciosa entrada como siempre amigos. Y un placer que contribuyáis a dar a conocer nuestras costumbres y fiestas. Pero no desde fuera, sino participando y viviéndolas que es como mejor se cuentan.
Por ser tan sencillos y entrañables os quieren tanto en Omaña.
¡Feliz Navidad!

Rosa Fadón dijo...

Gracias Mar, ¿cómo no vamos a ir y divulgar vuestro buen hacer? Os lo merecéis y nos sentimos entre vosotros como en nuestra casa. Gracias.